Argentina:hay brechas entre la atención pública y privada de los partos

lunes, 6 de diciembre de 2010

En los hospitales, sólo una de cada diez mujeres está acompañada por un familiar
El mayor acceso a la información no es suficiente para modificar rutinas profesionales dentro de la sala de partos de los hospitales públicos. De hecho, y aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconsejó ya en 2007 varias prácticas, una encuesta a más de 12.000 mujeres revela que muchas se siguen utilizando sin aval científico.

Es el caso, por ejemplo, del acompañamiento durante el trabajo de parto y el parto, o el uso de la episiotomía (cortes quirúrgicos en el perineo de la mujer para facilitar la salida del bebe).
Según los datos de la llamada Encuesta Perinatal 2008, realizada por el Ministerio de Salud bonaerense e investigadores del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), apenas el 17,7% de las 12.089 embarazadas entrevistadas habían estado acompañadas por un familiar durante el trabajo de parto y tan sólo el 10,9% de ellas habían podido compartir el momento del parto con su pareja u otro familiar. Pero el 67% de las encuestadas aseguraron que les hubiera gustado estar acompañadas.
"Entre las prácticas beneficiosas en el parto, hay una que forma parte de la llamada «ley de parto humanizado» y es que las mujeres tienen derecho a estar acompañadas por una persona de su elección. Y, aunque aún no está reglamentada, sí está difundida y no existen motivos reales para que no se esté poniendo en práctica. Es, evidentemente, una situación de completa inequidad con respecto a las embarazadas atendidas en el sector privado", dijo a LA NACION el doctor Fernando Althabe, director del Departamento de Investigación en Salud de la Madre y el Niño del IECS.
El experto se refiere a la ley N° 25.929, que fue aprobada y promulgada hace seis años. El texto, que se puede descargar del sitio del Consejo Nacional de la Mujer ( www.cnm.gov.ar ), enumera los derechos de los padres y los recién nacidos. El segundo artículo le garantiza a toda embarazada la posibilidad de "estar acompañada por una persona de su confianza y elección durante el trabajo de parto, el parto y el posparto".
"Esta práctica, cuyo beneficio está demostrado en estudios científicos, ya debería haber sido adoptada. Pero lo más difícil es siempre cambiar prácticas profesionales muy arraigadas -indicó Althabe-. No alcanza con difundir los resultados de las investigaciones, sino que hay que realizar intervenciones más activas para implementarlas."

Incisión innecesaria

La encuesta mostró también el uso bastante generalizado de otra práctica innecesaria en la mayoría de los partos. Se trata de la episiotomía, una estrategia que aún aplican los médicos en el 80% de las primerizas, según los datos mencionados por el investigador del IECS en una reunión organizada anteayer en la Legislatura porteña por el Centro de la Mujer de la Fundación Misión y Servicio. Esa reunión inauguró aquí la Semana Mundial por un Parto Respetado.
"Es necesario cambiar toda la forma de atender a la mujer que está pujando y con tensión en el periné -agregó Althabe-. Ante la tensión de un desgarro inminente, los obstetras no toleran correr ese riesgo y prefieren hacer un corte controlado. Y lo hacen aunque está probado que el parto vaginal no producirá el desgarro, pero hasta que no lo ven personalmente no cambian la práctica aprendida."
Una intervención intensiva comandada por el IECS en una decena de hospitales públicos demostró que la episiotomía es la práctica más difícil de erradicar. Pero su reducción fue de apenas el 10 por ciento.

Prácticas dañinas

Además de la episiotomía de rutina -que debería ser excepcional-, la OMS desaconsejó el uso de otras cuatro prácticas durante el parto por considerarlas "sin efectividad o dañinas", según las evidencias científicas disponibles. Son:
El enema de rutina en el trabajo de parto, que, según Althabe, ya no se utiliza.
El rasurado púbico, que surgió de "la falsa idea" de reducir la contaminación del canal de parto durante la episiotomía o un desgarro, y también para comodidad del profesional para atender el parto. "Pero puede producir lesiones causantes de infecciones. No hay evidencias que lo respalden, como tampoco de la depilación de la mitad de los labios mayores hacia abajo que se les pide a las mujeres", precisó.
Monitoreo electrónico de los latidos fetales sin evaluación del pH del cuero cabelludo. Ambos estudios revelan si el bebe está recibiendo el oxígeno adecuado. "Cuando el monitoreo se usa sólo en embarazos normales, aumenta el riesgo de obtener un diagnóstico falso y realizar una cesárea innecesaria", precisó.
Posición supina durante el parto. Al estar acostada, se genera una compresión uterina de las venas y las arterias. "No todos los hospitales pueden ofrecer todas las opciones, pero sí, por lo menos, una posición semisentada, más digna frente al resto, que evite la compresión arterial y que permita un mejor contacto con el bebe", finalizó Althabe.
67%
Quiere estar acompañada
A la mayoría de las mujeres le hubiese gustado no estar sola en el parto
80%
Sufrió una incisión innecesaria
La episiotomía es una práctica en el primer parto que la OMS desaconseja

La Nacion
READ MORE - Argentina:hay brechas entre la atención pública y privada de los partos

Video sobre las recomedaciones de la OMS parael parto

lunes, 4 de octubre de 2010

READ MORE - Video sobre las recomedaciones de la OMS parael parto

10 maneras de preparar a una mamá para un mal parto

lunes, 13 de septiembre de 2010


1. Trata su embarazo como una enfermedad y a su bebé como un tumor extraño.

Esto creará el marco idóneo para sentirse enferma, odiar el embarazo y desear que acabe lo antes posible. También plantará la semilla de la duda sobre la capacidad de su cuerpo de hacer algo bien.

2. Pruebas, pruebas, pruebas

En lugar de hablar con ella y escuchar sus inquietudes, hazle pruebas caras e invasivas para enfermedades y afecciones que muy probablemente no la afecten. De este modo no tendrá tiempo para decirte lo que sí le pasa, como haría si realmente CONOCIERA a su profesional de la salud, y (como ventaja adicional) la llenará de ansiedad sobre su embarazo y su parto. Algo podría salir mal en CUALQUIER momento.

3. Dile que su cuerpo no funciona

Es importante que lo hagas con sutileza. No te conviene que la mamá se enfade y salga huyendo; tan sólo debes infundirle la suficientes dudas de sí misma como para que crea que te necesita. Algunas frases buenas: “El bebé es un pelín grande...”, o “me preocupa que tus resultados para la prueba de X hayan salido en el límite, creo que te deberíamos hacer la prueba otra vez” … estos son buenos ejemplos. (Por supuesto, un clásico es “estás engordando un poquito de más”)

4. Realiza exámenes vaginales frecuentes durante el embarazo

Esto te ayuda a establecer la dominancia ya que ella está en una posición de sumisión mientras que tú adoptas la del macho Alfa. Además, son molestos, y todos sabemos que nadie se pone a cuestionar nada cuando no lleva las bragas puestas. También es un excelente momento para emplear el punto núm. 3 (p.ej. “huumm, tienes la pelvis bastante estrecha”.

5. Recuerda: siempre puedes encontrar un motivo para inducir

Para cuando la fecha de parto se acerque, la mamá debería haberse concienciado de su incapacidad total de funcionar sin ti y de tener un bebé por sus propios méritos. Está sugestionable y ahora es el momento de ofrecerle una inducción. Además, estará cansada e incómoda (especialmente si está centrada en el punto núm. 1) y creerá que la estás ayudando. Recuerda, todo vale como motivo para inducir, desde que el bebé es pequeño hasta que es grande, pasando por cualquier opción de en medio.

6. Dale una fecha de parto

Hasta ahora te has asegurado de tratar su embarazo y parto como un examen que es incapaz de superar. La fecha de parto es el colofón perfecto. La hace más abierta al punto núm. 5 (inducción) y le recuerda que si no lo hace todo perfecto (por ejemplo, tener al bebé en la fecha establecida), no recibirá un 10 en su examen de embarazo y parto. ¿Cómo podría dar a luz en condiciones una mujer que no ha tenido a su bebé cuando correspondía?

7. Recuerda, la pitocina es tu amiga

Llegó la hora del parto! Incluso si la mamá es una de las pocas que tiene a su bebé cuando debería, puedes usar pitocina para hacerlo más doloroso. Si no, puedes usarla para inducir el parto. A estas alturas ella estará prácticamente suplicándote que la ayudes a sacarle el bebé. La pitocina tiene muchas funciones: 1) es muy buena para la inducción 2) es muy buena para hacer el parto más doloroso 3) es muy buena para hacer que tenga al bebé rápidamente y 4) es muy buena para hacerte sentir necesitado.

La mamá ya sabe que no puede hacer esto ella sola sin ayuda de la tecnología y sabe que el parto es DOLOROSO y HORRIBLE. No le digas que la pitocina lo empeora. Ella se alegrará de que que estés allí para hacérselo más fácil.

8. ¡Fármacos!

Llegados a este punto, ella estará de rodillas ante el altar de la tecnología moderna y la medicación, y se sentirá agradecida por los “expertos” que la rodean, que pueden hacer que el dolor se vaya. Aquí entras tú. Sólo un experto titulado puede proporcionar analgésicos. ¡No serás un caballero sobre su blanca montura, pero sí llevas una bata blanca y una aguja y eso es suficiente!

9. ¡Siempre puedes hacer cesárea!

Y si lo anterior no resulta para sacar al bebé, no te preocupes: ¡puedes salvar el día con una cara, rápida e invasiva cesárea!

Tiene un montón de beneficios: 1) Consigues salvarla a ella y a su bebé (shh, no le digas a nadie que para empezar, la pusiste tú en peligro con los puntos 1-8) y 2) A pesar de que la has abierto y le has sacado al bebé, ¡aún te estará agradecida de que te ocuparas de todo! De verdad que no podría haberlo hecho sin tí. ¡Menos mal que estaba en el hospital!

10. Recuerda: ¡el bebé está VIVO!

Y después de todo esto, algunas veces la mamá se dolerá de no haber tenido un parto no medicalizado (normalmente porque tiene amigas malísimas a las que les gusta aquel documental tan horrible de “The business of being born”: “el negocio de nacer”) Ahora es el momento de hacerle ver que no tiene derecho a lamentarse de no haber tenido ese tipo de parto, ya que al fin y al cabo, tiene un bebé sano. Esto también hace de sutil recordatorio de que ella es egoísta y mala madre.

Texto de Sarah C

publicado originalmente en http://mamabirth.blogspot.com/

Traducido por Ana Isabel Chinchilla para Por un Parto Respetado
READ MORE - 10 maneras de preparar a una mamá para un mal parto

Podemos parir

lunes, 23 de agosto de 2010

Tener una cesarea previa no es motivo para tener otra cesarea.

Con esa frase contundente, Raquel Schallman nos insta a tener parto vaginales luego de cesareas...

Disfrutenlo !


READ MORE - Podemos parir

De quien será TU parto ?

miércoles, 14 de julio de 2010

Video para pensar.

Click en el titulo del post, para ver en pantalla completa.





READ MORE - De quien será TU parto ?

Parir en casa: si o no?

miércoles, 7 de julio de 2010

¿Es seguro parir en casa? Probablemente, ésta sea una de las preguntas que más controversia suscita entre ginecólogos, obstetras, matronas y futuros padres. Partidarios y detractores de esta práctica esgrimen argumentos a favor y en contra, sin que, de momento, se haya llegado a una conclusión definitiva sobre el tema.

La última leña que se ha echado al fuego de esta polémica viene de la mano de un metaanálisis (una revisión de varios estudios realizados sobre el tema) publicado en la revista ‘American Journal of Obstetrics & Gynecology’. Según sus datos, dar a luz en casa se asocia con un aumento significativo de las tasas de mortalidad de los bebés.

Los autores de este trabajo, del Centro Médico Maine (Portland, EEUU), compararon los resultados de 342.056 partos domiciliarios con los de otros 207.551 alumbramientos realizados en un centro hospitalario.

Resultados

El análisis puso de manifiesto que los partos en casa se asociaban con menos intervenciones médicas, como la anestesia epidural o las episiotomías. Además, estas madres eran menos propensas a sufrir laceraciones, hemorragias o infecciones.

Por su parte, los bebés nacidos en el hogar tenían menos riesgo de nacer prematuros, tener bajo peso al nacer o utilizar ventilación asistida al nacer.

La mortalidad registrada en los primeros días de vida de los pequeños era similar en ambos grupos de parturientas. Sin embargo, los partos en casa se asociaban con una tasa considerablemente más alta de muertes al nacer (en el caso de niños sin problemas congénitos, esta cifra casi triplicaba a la de los bebés nacidos en hospitales). La mayoría de los problemas se debían a fallos respiratorios o de resucitación.

“Nuestros resultados sugieren una posible relación entre el aumento de mortalidad neonatal entre los partos en casa y el hecho de que se registrasen menos intervenciones obstétricas en este grupo”, comentan los autores de este trabajo quienes, con todo, reconocen que su trabajo tampoco pondrá punto y final a la controversia.

En un comentario que acompaña a esta investigación en la revista médica, varios editores de la publicación reclaman, precisamente, “una mayor atención por parte de las autoridades sanitarias” para aclarar de una vez por todas un tema que le interesa mucho a la población.

El Mundo
READ MORE - Parir en casa: si o no?

Cesárea: curando la herida emocional (II)

miércoles, 30 de junio de 2010

Ayudan a superar la cesárea

* Descanso y tranquilidad. Cuando alguien está convaleciente de la operación no debería estar pendiente de recoger la casa para recibir a las visitas. Por eso puede ser aconsejable posponer las visitas hasta que el bebé ha cumplido un mes, por ejemplo, y dedicar todo el tiempo posible a descansar.
* Hablar con los profesionales y preguntar todas las dudas concernientes a la operación. Incluso si la madre estuvo despierta durante la cesárea puede no recordar muchas de las cosas acontecidas. Si es difícil localizar al profesional que atendió el parto siempre se puede solicitar un informe detallado o una copia del historial médico.
* Reconocer y aceptar los sentimientos de pérdida o de tristeza si están presentes. “Lo importante es que el niño está bien” es uno de los comentarios más repetidos tras una cesárea. Claro que sí, pero también es importante reconfortar a la madre y aceptar su frustración si ella la siente así.
* Hablar con mujeres que han pasado por una experiencia similar produce un alivio importante. En internet existen foros para apoyar a mujeres que busquen apoyo para superar esta experiencia. http://www.elistas.net/lista/apoyocesáreas.
* De cara a siguientes embarazos, saber que no tiene porque volver a suceder. Se estima que hasta un 80% de las mujeres que han tenido una cesárea pueden tener luego un parto vaginal. En Estados Unidos incluso hay mujeres que han parido después de dos o más cesáreas.

Los estudios demuestran que los centros donde más se respeta el parto natural tienen tasas más bajas de cesáreas sin que ello incremente los riesgos para la madre o el niño. Una buena información y preparación al parto son la mejor manera de evitar una cesárea innecesaria.

Si hay que volver a pasar por una cesárea se pueden pedir algunos cuidados que facilitan la recuperación física y psicológica. Solicitar que el padre esté en la intervención y pueda coger al bebé nada más nacer, que la madre esté informada en todo momento, o que se mantenga un clima de silencio durante la cesárea permite recuperar la sensación de respeto y cariño que debería rodear todo nacimiento.

Dra. Ibone Olza

www.holistika.net
READ MORE - Cesárea: curando la herida emocional (II)

Cesárea: curando la herida emocional

lunes, 28 de junio de 2010

Se estima que aproximadamente una de cada cinco o de cada cuatro mujeres españolas dan a luz por cesárea. En la mayoría de los casos la intervención se decide de manera urgente por problemas en el parto.

Esto conlleva que se puedan dar situaciones de verdadero estrés o incluso miedo por la vida de la madre o del niño. Por eso la recuperación es lenta y no sólo depende de los aspectos físicos.También hay que cuidar el lado psicológico.

Algunas madres aceptan bien la intervención y se recuperan sin problemas. Pero para otras mujeres el impacto puede llegar a ser muy fuerte, aunque raramente lo llegan a hablar porque se sienten culpables de no estar felices en el nacimiento de sus hijos.


Nunca imaginé que pudiera tener problemas para parir. Despues de 6 horas de parto dijeron que la vida del niño corría serio peligro. Pasé mucho miedo, incluso pensé que me iba a morir. Mi marido tuvo que esperar fuera. Nada más nacer se llevaron a mi hijo, apenas lo di unos segundos. Mientras me cosían me sentí tremendamente triste y sola, los profesionales apenas me dijeron unas palabras.

M.P.
Las circunstancias que rodean una cesárea pueden ser muy estresantes para la mujer y para su pareja. Toda situación de riesgo vital conlleva un estrés psicológico grave. A veces los profesionales de la salud no son conscientes del sufrimiento psicológico que estas situaciones pueden generar.

Muchas mujeres que han tenido una cesárea urgente cuentan cómo en las semanas o meses que han seguido al nacimiento han revivido los momentos del nacimiento en su cabeza como si de una película se tratara.

A menudo pueden experimentar además tristeza o rabia, pero puede ser que no exterioricen estos sentimientos ya que los que le rodean suponen que está feliz porque que ha sido madre. Empezar a exteriorizar estos sentimientos de tristeza es el primer paso hacia la recuperación. Por otra parte, si la mujer ya sabía que el niño iba a nacer por cesárea probablemente la intervención haya sido menos traumatizante.


Pensaba que sería el día más feliz de mi vida y fue uno de los peores. Cuando me llevaron a la habitación ni siquiera tenía ganas de ver a mi hija. Creo que soy una mala madre por no estar feliz a pesar de tener una niña preciosa.

M.C.
El tener que dar a luz por cesárea puede suponer una pérdida: el nacimiento soñado no ha sido como se pensaba. (esto también puede suceder cuando el parto, a pesar de ser vaginal, ha sido traumático).

Incluso cuando la cesárea ha permitido que el niño nazca sin problemas la madre puede estar triste por no haber tenido un parto natural. Esta tristeza no significa que no quiera al hijo cómo la que más.

Otro factor que puede incrementar la tristeza es la propia debilidad que la operación genera. Una cesárea es cirugía mayor abdominal y encima nada más salir de la anestesia hay que ocuparse de un recién nacido. Si encima se ha perdido mucha sangre en la intervención, y si en la clínica la madre no consigue descansar bien, la situación de agotamiento hace que todos los sentimientos de tristeza aumenten, pudiendo llegar a causar una clara depresión.
Me siento fracasada y frustrada por no haber parido. Por ridículo que parezca también pienso que he decepcionado a mi marido. Creo que la culpa fue mía por no haber hecho una buena preparación al parto.

El parto es mucho más que la llegada al mundo de un hijo. Es también un momento crucial en la vida de muchas mujeres. Desde que tenemos la primera regla se nos dice que así podremos tener hijos y el parirlos es algo innato en nosotras. El tener que parir por cesárea puede motivar que la mujer sienta que su cuerpo le ha fallado o incluso que es culpable de no haber cuidado bien al hijo que llevaba dentro.

Estos pensamientos pueden ser obsesivos: continuamente se le da vueltas al tema pensando qué se podía haber hecho para que las cosas fueran de otra forma. Una forma de aliviar estos sentimientos es hablar con los profesionales que atendieron el parto o incluso con otros médicos o matronas que pueden ayudar a entender mejor lo que sucedió.

Muchas veces el padre también se ha llevado un buen susto y puede estar preocupado por la recuperación de su mujer o por los futuros embarazos. O puede ser que no entienda la tristeza de su mujer si el niño está perfectamente. Compartir estos sentimientos en la intimidad permite aliviar los sentimientos de culpa y aceptar que ser padre o madre es en la realidad más complejo que en los sueños pero también mucho más enriquecedor. Deseamos más hijos, pero yo me siento incapaz de volver a pasar por una experiencia así. Sólo de ver el hospital se me pone la carne de gallina. No sé si algún día superaré esta situación. Hablar de todos los sentimientos que rodean una cesárea o un parto traumático facilita el ir curando la herida emocional.

Los motivos que generaron una primera cesárea no tienen porque repetirse. Con el tiempo, el apoyo de la pareja y con la información adecuada se puede poner la experiencia en perspectiva.

La lactancia y el ver crecer al hijo o hija son desde luego ayudas valiosísimas para superar el trauma. Aunque el siguiente embarazo puede estar marcado por el miedo a que se repita, el ir hablando del tema y el apoyo de la comadrona o el ginecólogo sirven para poder afrontar el nuevo nacimiento sin miedos. Si los profesionales no muestran este apoyo puede ser beneficioso el buscar una segunda opinión o incluso el cambio de equipo médico.

Continuará...
READ MORE - Cesárea: curando la herida emocional

En el parto... como en el sexo....

jueves, 24 de junio de 2010


Para comprender el parto sobre una óptica diferente de aquella médica, es preciso asociarla a la sexualidad.
Muchas mujeres piden socorro porque tienen miedo al parto, están asustadas con lo que oyeron y vieron en hospitales públicos, novelas y cotilleos perinatales que siempre surgen.
El abordaje al parto no podrá cambiar si permanece en terreno médico. Por eso no es suficiente decir que el parto es fisiológico; a pesar de ser esto pura verdad, no constituye un aval para transformar la postura interior de la mujer.

Si, en vez, pensamos que el parto es cómo una relación sexual, podemos usar la metáfora de sexualidad para comprender mejor las exigencias que un parto demanda. El parto, cumplimiento de un proceso que se originó en una relación sexual, conserva con esta la misma esencia. Vamos entonces a ver cuál es esta.

Para que una relación sexual sea placentera usted precisa de:

- Como mínimo, gustar del compañero y él gustar de ti;
- Sentirse segura y a voluntad;
- Sentirse respetada;
- Sentirse concentrada;
- Sentirse relajada (física y mentalmente)
- Sentirse libre para expresar lo que siente, quiere y piensa;
- Estar con tesón!
- Tener intimidad y privacidad;
- Tener tiempo a voluntad;
- Tener algún conocimiento sobre sexualidad y reproducción;
- Estar bien con uno mismo (no estar angustiada con otras cosas y si lo estuviera conseguir resolverlo)
- Estar, en fin, enteramente presente.

Lo mismo vale para el parto:

- Precisa sentirse aceptada y acogida por las personas que están a su alrededor;
- Precisa sentirse segura (saber que nada extraño, extravagante y peligroso acontecerá);
- Sentirse respetada;
- Estar concentrada;
- Estar relajada (dejar acontecer);
- Sentirse libre para expresar lo que siente, quiere y piensa; ser libre para levantar, andar, girar, agacharse, callar, gritar, cantar, acostarse, beber…!
- Estar en trabajo de parto!
- Tener intimidad y privacidad;
- Tener tiempo a voluntad;
- Tener algún conocimiento sobre trabajo de parto y parto;
- Estar bien con uno mismo;
- Estar igualmente presente en tu parto, entera

Una relación sexual en que usted es pasiva y no activa no puede ser placentera. Igualmente un parto en el que usted es solamente un paciente no va a ser satisfactorio. Usted sufre violencia en una relación sexual cuando usted es cohibida a hacer o dejar de hacer lo que usted no quiere, no elige y no consiente en hacer. Todas las veces en que no somos protagonistas de los episodios de nuestra vida, ellos se presentan como amenazadores, tenemos miedo, nos sentimos a merced y nos tensiona. En el parto la falta de información y de reciprocidad transforma la experiencia en un acto de violencia, o en pésimo recuerdo. Una mujer-objeto (de la acción del médico) no puede abrirse, sino a la fuerza; solamente una mujer activa puede hacer el acto de dar a luz.

Por Adriana Tanese Nogueira
READ MORE - En el parto... como en el sexo....

Maravillosos video de parto respetado

martes, 22 de junio de 2010

Es un maravilloso video que encontre en la web, aparentemente llega desde Ecuador. Espero que lo disfruten. Click en "Ler mas" para verlo!



READ MORE - Maravillosos video de parto respetado

¿Qué es “parto natural”?

viernes, 18 de junio de 2010

La expresión “parto natural” en muchos ámbitos se interpreta como una nostálgica vuelta al pasado: parir sin epidural, sin oxitocina, parir sin esto y sin lo otro. Allí donde la tasa de cesáreas es alta (España y Sudamérica, por ejemplo), hay quien utiliza ese término para referirse a un parto vaginal.

Pero parto natural no es simplemento un parto “sin”, sino aquel que se produce gracias a la maravilla de la fisiología, y en el que los procedimientos obstétricos se aplican únicamente en caso de necesidad. Es lo opuesto al parto medicalizado, atendido por la obstetricia convencional, en el cual la tecnología sustituye la fisiología de la mujer, desvirtuando la experiencia del nacimiento, y generando riesgos innecesarios para la madre y el bebé.

En el primer caso la técnica está al servicio de la naturaleza, en el segundo, la naturaleza es doblegada por la técnica.

Las tasas de cesáreas en los países y hospitales que respetan los procesos naturales no suelen superar el 10%. Cuando la asistencia es de corte intervencionista, la tasa de cesáreas siempre es superior.

No es posible asistir dignamente a una mujer parturienta sin comprender la verdadera naturaleza del parto: es un acontecimiento involuntario, tanto como el sueño o el orgasmo, aunque mucho más complejo.

Todos sabemos lo que ocurre cuando uno trata de controlar o dirigir mentalmente estos procesos: simplemente no ocurren. La sola pretensión de controlar un proceso involuntario lo inhibe, y eso es lo que sucede con el parto hospitalario. Ese es el motivo por el cual cuando la mujer llegar al hospital, la dilatación a menudo se estanca.

Cuando el parto se inhibe, se prepara el terreno para todo tipo de procedimientos que sustituyen la función de una naturaleza que en estas condiciones, obviamente, no puede funcionar: estimulación con oxitocina, episiotomía, anestesia, fórceps, cesáreas innecesarias … se sustituye un proceso natural sofisticado y sabio por un conjunto de técnicas encaminadas a resolver los problemas a menudo creados por ella misma.

Y también para someter un proceso con un ritmo propio al ritmo acelerado que establece el hospital. Dice Michel Odent que de las muchas preguntas que se hacen los estudiantes de obstetricia hay una que continúa ausente de los planes de estudios. Esa pregunta es: ¿Cuáles son las condiciones idóneas para un parto fluido?

* Intimidad, seguridad y apoyo emocional

Lo mejor que podemos hacer para favorecer un proceso involuntario es conocer y crear las condiciones idóneas para que se produzca solo. Puede resultar paradójico que la única forma de “humanizar” el parto sea recapitulando el hecho de que somos una especie “mamífera”.

El parto es un acontecimiento instintivo, llevado a cabo por nuestro cerebro mamífero, y en el que la participación de nuestra mente racional tiene un efecto contraproducente. Lo más que se puede hacer es rendirse a la experiencia y permitir que ocurra, para lo cual el ambiente en que transcurre y la calidad humana y actitudes de los asistentes es esencial.

Ese cerebro mamífero primitivo es también nuestro cerebro emocional (sistema límbico). Es una constante en todas las especies mamíferas que la parturienta necesita una atmósfera de intimidad y recogimiento, de seguridad física y emocional, que le permita entrar en el estado de consciencia especial propio del parto.

Cuando este estado de intimidad se impide, cuando una hembra mamífera se siente amenazada, o incluso indiscretamente observada, el parto se interrumpe: las hormonas del estrés inhiben las hormonas del parto. Esto pone de relevancia la enorme importancia del estado emocional de la madre y cómo influye en él el soporte emocional y el trato que recibe, así como las condiciones y el ambiente en que transcurre el parto.

La forma en que se trata a la mujer de parto puede condicionar totalmente su progreso. Por ello, las primeras recomendaciones de la OMS no se refieren a los aspectos técnicos, sino emocionales y psicológicos: Debe fomentarse una atención obstétrica crítica con la atención tecnológica al parto y respetuosa con los aspectos emocionales, psicológicos y sociales del parto.

* Ambiente y entorno apropiado

El parto es dirigido por el cerebro mamífero (emocional), pero inhibido por el neocórtex (racional).

Decía Michel Odent que es suficiente preguntar a una mujer su número de la seguridad social para que el parto se interrumpa. Debe pues evitarse todo lo que active el pensamiento racional en la mujer de parto: hablarle sin necesidad, darle órdenes o interrumpirle en su “viaje interior”.

También interfieren las luces, los ruidos, el frío, la prohibición de comer, la incomodidad de tener que mantener una postura determinada o estar en un lugar poco apropiado, como es el paritorio. Las condiciones necesarias para un parto fluido no difieren mucho de las condiciones idóneas para dormirse: intimidad, penumbra, silencio… todo lo que permita a la mujer ensimismarse.

Dice Sheila Kitzinger que “el lugar ideal para dar a luz es el mismo que para hacer el amor”.

* Libertad de expresión

La represión de la expresión de dolor durante el parto tiene la consecuencia de reprimir la evolución del parto mismo.

Beatrijs Smoulders, comadrona holandesa, afirma en su libro “Parto Seguro” (Editorial Médici), “Hace años, de una parturienta se esperaba que fuera fuerte y no dijera ni pío al dar a luz. En estos casos, el personal sanitario del hospital podía afirmar: “¡Qué bien lo hace la señora!”. Mientras que la comadrona de hoy en día más bien pensaría: “¡Suelte un berrido de una vez, señora, y así como mínimo pasará algo”.

Sumergirse y aceptar el dolor es condición necesaria para la producción de endorfinas, “opiáceos” internos que amortiguan y modifican la percepción del dolor.

* Libertad de movimientos y postura para el expulsivo

La posición tumbada para dilatar (enganchada al gotero y al monitor) y el potro obstétrico para el expulsivo pasarán a la historia como uno de los mayores y persistentes errores de la obstetricia.

Numerosos estudios demuestran que la posición vertical favorece el parto y la horizontal lo entorpece. En horizontal, el canal del parto se alarga y estrecha y el coxis se dirige hacia lo alto, convirtiéndose en una vía de paso más angosta para el bebé, y además cuesta arriba.

En posición vertical la vagina se amplía y acorta, pero además la presión de la cabeza del bebé sobre el cuello del útero ejerce un efecto hormonal que estimula la producción interna de oxitocina, y por tanto la dilatación.

La posición vertical acorta y amplía el canal del parto, permite que las articulaciones de la cadera se abran más para dar paso al bebé, facilita sus movimientos de rotación y permite que la fuerza de la gravedad le ayude en su descenso.

Episiotomía y fórceps son procedimientos técnicos que sustituyen la fisiología de la mujer y la gravedad con evidentes y penosos efectos secundarios para la madre y el bebé.

La mujer debe tener la libertad de dilatar y parir en la postura que más le convenga: en cuclillas, sentada en el taburete obstétrico, a cuatro patas, de lado, colgada de alguien, de pié… El instinto indica en todo momento cuál es la postura idónea mediante un lenguaje infalible: la más cómoda es también la más fisiológica.

* Asistencia profesional respetuosa

Siendo la fisiología del parto tan sensible al entorno, el papel del profesional asistente es estar disponible en un discreto segundo plano, sin interferir, confiando en los recursos de la mujer para dar a luz, y aplicar los procedimientos obstétricos únicamente si hacen falta. El protagonismo del parto corresponde a la mujer.

* Procedimientos naturales de abordar el dolor

La producción de endorfinas se favorece cuidando al máximo las condiciones en que transcurre el parto y evitando todo lo que pueda producir estrés.

Actualmente la tendencia es a recurrir a formas inocuas y agradables de amortiguar el dolor: cambiar de postura, baño de agua caliente, masaje en la zona lumbar, masaje de pies, sentarse en pelota de goma …

* Intimidad y tiempo para recibir y acoger al bebé

El momento del nacimiento es un momento especial, mágico, en el que el estado hormonal propio del parto natural crea las condiciones para que produzca el vínculo madre-hijo, un vínculo que tiene consecuencias duraderas sobre esa relación, sobre la confianza de la mujer en su capacidad para amar y criar a su hijo, sobre el desarrollo emocional del bebé.

El vínculo que el bebé crea con su madre es el troquel, la base de su capacidad para crear vínculos posteriores. Por ello el nacimiento medicalizado tiene consecuencias no sólo físicas, sino psicológicas y sociales. Madres y bebés deben estar juntos tras el nacimiento, y en todo momento, y no se justifica que un recién nacido sano sea apartado de su madre.

Incluso los prematuros progresan mejor con el “método canguro” que con la incubadora, o al menos con un sistema mixto.

La OMS recomienda iniciar la lactancia antes de abandonar la sala de partos.

* Cordón umbilical

El respeto por la fisiología del parto implica reconocer la función del cordón umbilical, que continúa latiendo y suministrando sangre oxigenada al bebé durante varios minutos tras el nacimiento.

La naturaleza no hace nada que no sea necesario, y esos minutos son el tiempo que el recién nacido necesita para comenzar a utilizar sus pulmones sin angustia ni riesgo de privación de oxígeno.

El recién nacido tiene el derecho de disponer de esos minutos y de esa sangre, y con mayor motivo si ha tenido sufrimiento fetal, ya que al iniciar la respiración la sangre acude a los pulmones en detrimento del cerebro. Pinzar el cordón inmediatamente tras el nacimiento es una práctica que, a la luz de la evidencia científica, debería haber sido abandonada.

Doulas Alicante

READ MORE - ¿Qué es “parto natural”?

Parto natural no es volver al pasado

jueves, 17 de junio de 2010


Contrariamente a lo que se piensa, parto natural no es volver al pasado, sino recuperar la capacidad y la confianza en la propia naturaleza y rendirse ante ella. Tampoco es renunciar a la tecnología, sino adjudicarle el lugar que le corresponde: las complicaciones, los casos de riesgo. Y es que las prácticas de rutina en el paritorio no son buenas ni malas, son oportunas o inoportunas. Y cuando se imponen de forma sistemática e indiscriminada a mujeres que no las necesitan son inoportunas.

La evidencia científica demuestra que el parto natural no sólo es más digno para la mujer, es también el más seguro. Por ese motivo, la Organización Mundial de la Salud recomienda una calidad de atención basada en el protagonismo de la mujer y en su fisiología, y el mínimo grado de medicalización posible.
READ MORE - Parto natural no es volver al pasado

SOLO UNA DE CADA DIEZ MUJERES ES ACOMPAÑADA EN EL PARTO

lunes, 7 de junio de 2010


El lema de la Semana Mundial del parto respetado –en el séptimo año de su realización–, que se conmemoró la semana pasada, hace foco en la concientización de la posibilidad del acontecimiento del parto-nacimiento como una instancia placentera superando la tan arraigada costumbre de convertirla en un hecho traumático. Esta costumbre en nuestro país sigue teniendo un altísimo porcentaje de partos que en vez de disfrutarse se sufren.

Sólo una de cada diez mujeres es acompañada en el parto. Y no es porque no exista el derecho o la atención de salud adecuada. El 98 por ciento de los nacimientos ocurren en instituciones hospitalarias (centros de salud, maternidades, sanatorios) y, según una encuesta realizada en el año 2008, en ochenta y dos hospitales de Gran Buenos Aires y la Capital Federal (en donde se cubrieron sus doce maternidades), con una muestra de 12.089 mujeres, sólo un 10,9 por ciento estuvo acompañada en el parto (por sus parejas o madres, padres, hermanas o amigas) y un 17,7 por ciento no estuvo sola en el trabajo de parto.

No es un dato aislado, sino una muestra de que –en una circunstancia vital tan trascendente– no se cumple con la Ley Nacional 25.929 –promovida en el 2004– que puntualiza, entre otros ítem, el derecho a estar acompañada en el momento del parto por una persona que la mujer elija. Esta norma considera el parto y nacimiento como un hecho de salud y, por lo tanto, pretende garantizar la posibilidad de que parir y nacer sean momentos íntimos, respetados, amorosos, donde el placer tenga la oportunidad de ocupar el papel central en la llegada de un niño/a.

El parto es un hecho trascendente de la sexualidad femenina y puede convertirse en un momento de exploración de nuestro poder y de nuestro placer. Pero esto generalmente no sucede. Para que el parto sea gozoso, aun cuando produzca dolores o miedos, hace falta que estemos en un ambiente cálido, amigable, cuidadas por personas respetuosas y amorosas: así tendremos una chance de desplegar nuestro potencial femenino.

Parir es muy intenso, parir es doloroso dirán algunas voces, parir es placentero se atreverán otras. Y, sin embargo, muchas mujeres susurrarán, llorarán, gritarán: “¡Parir fue horrible!”. Y ese trauma para la mujer es también un trauma para la o el recién nacido.

Hay rutinas violentas que niegan y silencian la explosión de vida y amor que trae un parto y un nacimiento en libertad y con amor. Aunque podemos parir y nacer de otra manera si alzamos todas las voces de todas las mujeres (más de 700.000 cada año en Argentina que se convierten en madres) para que puedan contar que parir dolió mucho pero que estuvo acompañada y contenida, acariciada, respetada.

Queremos que las mujeres digan “El nacimiento fue tremendo, pero tener a mi bebé fue maravilloso”. Entonces proponemos claves básicas: información y conocimiento, preparación, contacto con otras mujeres, reconocimiento del propio cuerpo. Y a los profesionales de la salud les pedimos: compromiso, respeto, actualización, conocimiento de la fisiología y empatía con las parturientas.

Cambiar el paradigma del parto no es sencillo: requiere tiempo y energía. Y, sobre todo, mucho coraje. Pero seguir realizando prácticas que dañan la salud y violan derechos humanos de mujeres y bebés es, además de penoso, inadmisible. Cada nacimiento es único y la oportunidad de compartirlo es sagrada. Celebremos la libertad y el poder de cada mujer. Animémonos al placer.

Sonia Cavia en Pagina 12
READ MORE - SOLO UNA DE CADA DIEZ MUJERES ES ACOMPAÑADA EN EL PARTO

Regresando al blog de Parto Respetado

sábado, 15 de mayo de 2010

Despues de una ausencia prolongada por motivos personales muy poco publicables (je!) estoy aqui de regreso.

Asi que estare actualizando info sobre lo que me compete.

Gracias por los comentarios!

E.
READ MORE - Regresando al blog de Parto Respetado

Qué es un Parto Respetado y/o Humanizado?

sábado, 16 de enero de 2010

Es un parto en el cual:
· La mujer es considerada la protagonista de este maravilloso proceso en que un hijo/a llega a integrar una familia.
· La madre puede contar en todo momento, con la compañía de una persona de su elección.
· Las necesidades especiales de cada mujer y su pareja son consideradas y respetadas: se le permite a la madre deambular, comer, ingerir líquidos y elegir libremente las posiciones en que desea transitar su trabajo de parto y parto, sin ser obligada a estar en la posición acostada o de litotomía.
· No se realizan intervenciones rutinarias por demás obsoletas y sin base científica que las justifique.
· Se siguen las recomendaciones de la OMS para la atención del parto y el uso racional de la tecnología.
· Madres, padres e hijos, cuentan con la intimidad que necesitan para iniciar su familia.
· Se considera el parto como un evento natural, fisiológico y sexual, en que se otorga a la madre y su pareja lo necesario para no atentar contra su integridad física, ni su pudor.
· Se facilita un ambiente adecuado y agradable para la madre y el bebé: una temperatura ambiental cercana a los 26°C, con luz tenue y se evita hacer ruidos molestos, entre otras cosas.
· La alta tecnología está disponible pero no es utilizada innecesariamente.
· Madre e hijo permanecen juntos, sin necesidad de ser separados para realizar la evaluación del recién nacido, si éste se encuentra en buenas condiciones, y el inicio de la lactancia es favorecido y facilitado por todo el personal, incluso dentro de la misma sala de partos.
· Los profesionales están conscientes del honor que reciben al ser parte del nacimiento de un niño/a y que por lo mismo, mantienen una conducta expectante sin intervenir, salvo que la situación lo requiera.

En resumen, un parto respetado es aquel en que: madres y padres, con base en la información que reciben, pueden responsablemente elegir la forma en que quieren que sus hijos nazcan; cuentan con el apoyo de profesionales y centros asistenciales que consideran y resuelven sus necesidades individuales. Además, al momento del nacimiento se propicia el contacto inmediato piel con piel entre madre e hijo, continuando así la estrecha relación que ambos han sostenido durante el periodo de la gestación, ya que esto es vital e insustituible.

VIA: Parto natural y humanizado



READ MORE - Qué es un Parto Respetado y/o Humanizado?

 
 
 

Twitter @partorespetado

En Facebook !